Investigadores italianos evaluaron la cadena de suministro fotovoltaica global y dijeron que la estrategia climática de la UE debería impulsar la producción de tecnologías de energía renovable en Europa.
Investigadores de la Universidad de Roma Tre (Italia) estudiaron las dependencias de la cadena de suministro mundial de energía fotovoltaica entre 2007 y 2021, centrándose en China, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.
Los científicos mapearon la cadena de suministro solar global en términos de comercio y tecnología, centrándose en la evolución a largo plazo de las jerarquías comerciales y tecnológicas. Dijeron que lograr objetivos ambientales a través de una estrategia de "comprar en el extranjero" tendría implicaciones para la sostenibilidad tecnológica y productiva.
El investigador Francesco Crespi dijo que a pesar de los recientes esfuerzos para reactivar la producción de módulos fotovoltaicos en algunos estados miembros, la UE sigue siendo vulnerable a la dependencia estratégica.
"En nuestro estudio, adoptamos una perspectiva para identificar las partes de la cadena de suministro fotovoltaica de las que Europa depende más y que, por otro lado, todavía ofrecen algunas ventajas competitivas", dijo Crespi a pv magazine. La investigación concluyó que Europa tiene una ventaja competitiva en la producción de maquinaria para la industria fotovoltaica, pero que esta ventaja podría verse rápidamente erosionada en ausencia de una estrategia específica para fortalecer aún más la competitividad de Europa en este área. La producción de inversores es una industria en la que los problemas de dependencia parecen ser especialmente graves y requieren medidas urgentes”.
Los investigadores encontraron una brecha creciente en los costos de producción entre Europa y China en 2022-23.
"Curiosamente, una parte relevante de esta diferencia puede explicarse por el excesivo coste de la energía en Europa en relación con China", afirmó Crespi. "Esto no significa que debamos aceptar mantener el nivel actual de dependencia unilateral. Por el contrario, en la situación geopolítica actual, se debe evitar un cambio de una dependencia de los combustibles fósiles y sus proveedores a otra. Por supuesto, este proceso debería ser progresista y no puede lograrse sin una estrategia industrial europea conjunta y efectiva que permita la explotación de sinergias tecnológicas y de producción y economías de escala, particularmente en el desarrollo y producción de módulos fotovoltaicos de próxima generación”.
Los científicos basaron su análisis en datos comerciales de la base de datos de Estadísticas del Comercio de Productos Básicos de las Naciones Unidas y la base de datos de patentes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La principal limitación de este enfoque se relaciona con el nivel de detalle de la información de la patente.
"Las patentes que superen los cuatro dígitos permitirían un análisis más detallado de la tecnología de los materiales y componentes, así como una comparación más precisa de los aspectos de producción y tecnología", dijeron los investigadores.
Un hallazgo clave del estudio sugiere que una mayor especialización tecnológica puede aliviar la fuerte dependencia de la cadena de suministro mundial de energía fotovoltaica, especialmente en el sector upstream.
“La industria fotovoltaica es uno de los candidatos más relevantes para aplicar y probar la efectividad de un nuevo enfoque político en el que los objetivos climáticos, la soberanía tecnológica y las metas de autonomía estratégica vayan de la mano para maximizar el desarrollo sostenible, la seguridad y las oportunidades de crecimiento, para lograr un transformación verde de la economía", dijeron los científicos.
El equipo de investigación presenta sus hallazgos en un artículo, "Soberanía tecnológica y dependencia estratégica: el caso de la cadena de suministro fotovoltaica", publicado recientemente en el Journal of Cleaner Production.